Puerta Grande de despedida para El Juli en la primera de Otoño

Crónica del primer festejo de abono de Las Ventas.

Jesús González

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Primera de Feria de Otoño. Toros de Puerto de San Lorenzo (1º, 4º, 5º y 6º) y La Ventana del Puerto para los diestros: Uceda Leal, El Juli y Tomás Rufo.

Un resumen de la tarde en la que Uceda Leal hacía su paseíllo número 80 en Las Ventas, a la vez que El Juli se despedía de esta plaza. Un cocktail explosivo en el que, como si de una obra de teatro estuviéramos, el guion estaba ya más que cantado. ¿Nadie se lo esperaba? Desde la atronadora (y también merecida) ovación nada más acabar el paseíllo hasta la exaltación por una Puerta Grande de poca calidad. Casi nos vamos a acordar de que hoy se ha despedido de Madrid que de lo que dejó en el ruedo.

Ganas de que saliera el segundo, porque ahí ya estaba el guion escrito. Buen recibo capotero de El Juli, lo puso en el caballos por chicuelinas. Estuvo muy por encima de su toro, que no destacó ninguno de los seis que desfilaron por la puerta de toriles. Espada trasera tras su ejecución de la suerte suprema. Hubo petición, pero la razón venció a la sinrazón. Algo que con el quinto se perdió por completo. Faraón-136 fue el último toro de El Juli en Madrid. Un toreo que en otra ocasión pasaría desapercibido, pero… hoy era el día. Madrid quería sacar a El Juli en su último día. Volvió a ejecutar la suerte suprema con su particular estilo, llovieron los pañuelos y la sinrazón venció en esta ocasión. Mañana nadie nos acordaremos de esta Puerta Grande si no fuera porque se despedía El Juli. Era más la despedida por todas las ocasiones pérdidas anteriormente que por lo visto en el ruedo. Un fiel reflejo de que Madrid también está en un rumbo muy peligroso.

Uceda Leal se topó con un manso primero, que no llegó a emplearse en ningún momento. Dejó algunas pinceladas, con una buena tanda por ambos pitones para escuchar palmas en el primero. Con el cuarto, ninguna opción. Otro manso y huidizo, en el que Uceda intentó por todos los medios meterlo en vereda, pero era prácticamente misión imposible.

Finalizó completamente el cartel de la despedida Tomás Rufo, que dejó un buen saludo capotero en el tercero, aunque salió suelto. Hizo el quite mediante verónicas toreando muy despacio. En la muleta, el toro salió muy suelto, dejando varios pases buenos que no calaron en los tendidos. Con el sexto, que el toro siguió el mismo patrón de comportamiento, se tiró de rodillas para empezar la tanda de muleta. Trató de insuflar la buena energía del público, y lo consiguió, cortando una oreja.