marzo 29, 2024
Carlos de San Lázaro Campos
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García Lorca dejó dicho: “El toreo es, probablemente, la riqueza poética y vital mayor de España” y acertadas fueron sus palabras pues para el ilustre poeta autor de “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías“, entre otras obras, la Tauromaquia representa una representación magistral de artística en su máxima expresión, de la que grandes personajes de la cultura se han inspirado plasmando en sus trabajos brillantes detalles taurinos, quedando así inmortalizados, como el mejor legado para las futuras generaciones. Si mencionamos al maestro Antonio José Lorite, sólo en su faceta como torero, estaríamos reflejando tan sólo una mitad de este genial artista jiennense. En tan bella tierra andaluza más taurina que el albero, Linares, nació nuestro protagonista un 26 de noviembre de 1981. El 23 de octubre del pasado año presentó en Aguascalientes (México) su poemario con el cual debutaba en las letras.

Aquel joven que tuvo su feliz presentación en público en la localidad de Mombeltrán (Ávila), en la que cortó un apéndice a un eral de Pablo Mayoral, ya ha madurado. Dos años después triunfa en su debut con los de castoreño mostrando así su ambiciosa ilusión por hacerse matador de toros. Tras años de sacrificio en los que incluso el fantasma de la resignación rondaba por su cabeza, hizo caso omiso a todo lo que le apartara de su sueño. Fue así como por fin se topó con “Cancionero” al que le cortó las dos orejas y ya puestos siguió la melodía con su segundo toro al que no sólo desorejo sino que cortó el rabo en aquella inolvidable tarde de su alternativa en Huéscar el 20 de Octubre de 2007. Oficiaron la ceremonia el diestro Julio Benítez en presencia del añorado Sebastián Palomo Linares.

Foto: Salceda

Hace un lustro que cruzó el charco para emprender la aventura mexicana, conocedor de la enorme afición que existe por la Tauromaquia en aquel país y no me equivoco si tengo la osadía de afirmar que se fue cansado de muchas injusticias y de ver cuesta arriba un futuro como torero. Si ya como novillero le costó avanzar en esta dificilísima profesión, dándolo todo aún no es suficiente. Por otro lado si fuese fácil triunfar en los ruedos, es cierto, que perdería ese embrujo, esa liturgia, que hace este arte un atractivo.

Sin más preámbulos pasamos a conocer un poco más de nuestro protagonista que nos obsequia con su tiempo.

Revista TauroMadrid.: Maestro, dígame. ¿Por qué el título “verso libre de un texto esclavo”?. Siempre hay una razón que nos dice «ese es el título que quiero», ¿cuáles han sido sus motivos?

R: Me gusta leer y escribir los poemas en verso libre. El texto esclavo, para mi, es el mundo en el que vivimos. Miro a mi alrededor y percibo en la gente una necesidad casi vital de pertenecer a algo: un grupo, un colectivo, una causa, una asociación, un partido político, un sindicato, no sé, cualquier cosa que piense por ellos, que les haga sentir que son parte de algo, que están respaldados por algo. O simplemente les haga sentir que poseen una identidad, con la que poder afrontar el abismo al que les aboca la vida. No comparto esa necesidad, todo lo contrario. Lo que necesito es sentirme libre, independiente, pensar por mi mismo, ser único y original. No me gusta el rebaño. Huyo de las etiquetas. Soy un buscador de versos libres, lastima que ya no se encuentran fácilmente.

P: Imagino que su intención será volver a deleitarnos con más versos salidos de su inagotable fuente que alberga en el rincón de su mente. ¿Tiene alguna obra en proyecto?

R: La única obra o proyecto que tengo a día de hoy es sacar adelante el gatito que estoy criando a biberón, nada me parece más poético, todo lo demás es tan imprevisible como fútil. La publicación de “El verso libre de un texto esclavo” no fue algo premeditado o buscado, surgió la oportunidad y se hizo. Estoy abierto a cualquier proyecto que me permita avanzar en el terreno literario pero no voy a forzar nada.

Foto: Salceda

P: ¿Qué tiene México para usted, que le ha llegado a enamorar?

R: Destacaría todo. México es un país maravilloso y siento un profundo respeto y amor incondicional por él. Si tuviera que quedarme con algo lo haría con su gente.

P: ¿Qué podría destacar de la afición taurina de México, cuente con detalle cómo cree que vive la Tauromaquia un aficionado en aquella nación?

R: México y en particular Aguascalientes, que es lo que mejor conozco del país, gozan de una afición muy entendida y viven la fiesta con pasión y entusiasmo. El público mexicano es muy entregado y un olé mexicano es distinto, no puede compararse con un olé de ningún otro lugar del mundo. Vivir el toreo en México ha sido una experiencia increíble que me ha aportado mucho como torero.

P: Maestro, ¿qué siente cuando escribe poesía para usted la inspiración llega o se busca?

R: No estoy seguro de que lo que escribo sea poesía; la poesía, como género literario que cultivar, la diviso aún lejana en el horizonte. En cualquier caso, al escribir siento liberación. Escribir es sacarse esa muela cuyo dolor hace ya insoportable la existencia, es escupir el cachito de comida que se fue por el otro lado en la garganta e impide respirar. Escribir, en mi caso, ayuda a seguir adelante. La inspiración verdadera llega; cuando se busca o se fuerza es otra cosa.

Foto: Salceda

P: ¿Después de haber toreado ha sentido alguna vez la inspiración ?

R: Después de torear me suelo sentir en paz. Agotado físicamente y con una extraña sensación de calma que aparece después de haber puesto mi vida en juego y, al margen del resultado artístico, seguir vivo. En esa calma surgen reflexiones interesantes, es una calma que surge tras la acción. Es volver a la vida después de haber estado pisando la delgada línea que la separa de la muerte.

P: ¿Qué tema le sugiere más atractivo, escribir sobre la soledad, el amor o la vida?

R: Sin duda, la vida. Hemingway en su decálogo del escritor decía en su punto número 3: mézclate estrechamente con la vida. Vivir es lo más importante, en la vida está todo. Si no vives ¿de qué vas a escribir?

P: ¿Su mejor recuerdo vestido de luces …y qué  deseo , o ese sueño, que le queda por cumplir?

R: El mejor recuerdo que tengo vestido de luces es el brindis del toro de mi alternativa a mi madre. Aquella tarde en Huéscar fue inolvidable. El sueño que me queda por cumplir es el mismo que me atormenta desde niño: torear un toro como yo siento el toreo. Aunque al mismo tiempo que voy cumpliendo sueños aparecen sueños nuevos.

P: Cómo fue su aprendizaje como novillero. Haciendo memoria de esa etapa antes de su alternativa.

R: Duro, cruel incluso. El aprendizaje y el camino que recorrí de novillero fue como atravesar un desierto descalzo y desnudo. Hablo del desierto que atravesé desde el debut con picadores hasta la alternativa. Pero no cambiaría nada. Llegué al otro lado.

P: ¿Por qué se hizo torero? ¿Qué significa para usted esta profesión?

R: La respuesta más difícil de esta entrevista. Supongo que me hice torero porque fue la manera que encontré cuando era niño de expresar lo que llevaba dentro. Podía haber tropezado con la literatura, la música, la pintura o cualquier variante artística en la que poder realizarme; tropecé con el toreo. Me siento afortunado por ello. 

Foto: Salceda

P: ¿Cómo afronta este 2021? Al margen de su talento como poeta, ¿tiene pensado volver a los ruedos ?

R: El 2021 lo veo como un año difícil. Estoy en activo, no he dejado de estarlo. Lo único que ha impedido que toree en público es la pandemia que estamos padeciendo. En cuanto se den las condiciones oportunas para volver a estar en una plaza de toros vestido de torero ahí estaré. Estoy deseando volver”

Y aquí concluye la entrevista al matador linarense que además de torero ha dejado florecer el talento para las letras que fluye en su interior, un hombre con el corazón dividido entre España, su patria, y Méjico, su segunda casa.