Alejandro Sánchez
Exigente y dura novillada que envío El Pilar a la plaza de Herrera del Duque. Frente a ellos, un torero cuajado como Manuel Diosleguarde y otro, curtido en mil batallas, llamado Montero. El de Chiclana de la Frontera nos tiene acostumbrados a que esté hecho de hierro y, a pesar de caerse veinte veces como quien dice, él se levanta veintiuno. En la novillada de hoy no ha sido una excepción y sus ganas han vuelto a demostrarnos de la pasta que está hecho. Todo ello en una mala mañana en el aspecto ganadero.
Montero esperó en los medios al primero para recibirlo con saltilleras, y supo acometer la fuerte embestida del ejemplar. Destacó su buen toreo, aunque por momentos atropellado con enganchones. Buena estocada en el segundo intento que le hizo valer una oreja. Con el tercero pagó con sangre lo que tenía dentro. Otra vez esperó en la puerta de toriles con el capote de paseo. Tras dos pases, el ejemplar le dio una voltereta de la que salió aturdido. Acabó siendo herido en el muslo izquierdo mientras toreaba con la muleta. El público, con él. Y él, seguía siendo él. Mató de una estocada que le valieron las dos orejas. Raza y valor la de Montero en esta mañana.
Manuel Diosleguarde llegaba a Herrera del Duque por la vía de la sustitución, donde estaba anunciado Fernando Plaza. Tuvo que salir el sobrero en el segundo tras golpearse contra un burladero nada más salir. El sobrero acusó la falta de fuerzas, el salmantino entendió al novillo, que lo toreó como requería. Es un torero con mucha técnica, a la par que estética. Estocada trasera que le valió una oreja. En el cuarto, no fue fácil. Hubo temple por parte del diestro, poder e ideas, además de la colocación. Otra estocada entera le hizo pasear una oreja.
Mañana accidentada. Al percance de Montero se sumó la de Ignacio Martín, tercero en las filas del citado novillero, o José Andrés Gonzalo, de las filas de Diosleguarde. Un festejo difícil para banderillear, pues la mayoría de los novillos cortaban la carrera. Un poco desangeladas las gradas con las medidas impuestas, que únicamente permitía el acceso a la plaza a 200 personas. Presentes quedaron las ganas de Montero por seguir su camino, el del triunfo con la verdad. Que así sea.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Herrera del Duque (Badajoz). Novillos de El Pilar.
Francisco Montero: Oreja y dos orejas.
Manuel Diosleguarde: Oreja y oreja.
Imagen: aplausos.es