Alejandro Sánchez
Dos valientes dieron todo lo que tuvieron en su tintero para tratar de escribir con gloria y honor un hueco en la tauromaquia. Si esta temporada con festejos contados con los dedos prácticamente nos ha demostrado algo, es que el próximo año (o cuando llegue esa normalidad) es la de contar con los que han demostrado con creces lo que llevan dentro. Y de eso, hay cuatro toreros contados. Uno de ellos ha toreado hoy en La Ribera. Gómez del Pilar ha cortado una oreja merced a una grandísima estocada como mandan los cánones y demostró torería en el cuarto, que tampoco tenía nada. Pepe Moral se gustó con el primero, pero la espada hoy ha jugado una mala pasada y se ha ido de vacío.
La desangelada imagen de la plaza de toros de Logroño con esas restricciones (apenas 1.000 personas en la grada en una plaza con capacidad para alrededor de 11.000) es para recapacitar si de verdad la capital riojana (con la ciudad con restricciones) era el lugar idóneo para un festejo de estas características. Claro está que la condición de ser plaza cubierta ayuda mucho a tomar la decisión, pero por eso, tal vez, se podría haber dejado para más adelante. Entrando ya en materia del festejo, los cuatro toros enviados por la ganadería sevillana estaban en línea de lo que se esperaba. Altos, grandes, con cara y pesados, que no destartalados. Destacó el primero, pero tampoco fue nada del otro mundo.
Pepe Moral se gustó mucho con el primero. El diestro sevillano ha toreado dos tardes en este 2020, y las dos han sido con el hierro de Zahariche. Con este Amapolo tuvo su momento, destacando las series finales, dando el tiempo y la distancia que el toro requería. La espada se atragantó hasta casi sonar los tres avisos, siendo el toro ovacionado en el arrastre. Con el tercero, se dio la curiosidad de que no llevaba ni la divisa de la ganadería (si se fijaron era morada y verde). En el tercio de varas es muy deslucido al no entregarse el animal. En banderillas estuvo bien la cuadrilla, al igual que en el primer toro. El pitón izquierdo fue el que utilizó, midiendo Moral, para después, volver a pasar un quilombo con el acero.
Gómez del Pilar se fue las dos veces a la puerta de toriles. Berruga salió de toriles en segundo lugar. Toro reseñado para Bilbao el año pasado. El único que sobrepasó los 600 kilos de peso del festejo. Buen recibo capotero del diestro madrileño. En banderillas hay dificultades por el pitón izquierdo. La embestida del animal nunca emocionó. Gómez del Pilar trata de sacar todo lo que tiene, con una faena de valor y tragar, especialmente en los pases de pecho. Va a más al final. La estocada hasta la bola le hace merecer una oreja de ley. Con el último de la tarde, dio la cara frente al complicado animal. Faena larga que se saldó con una ovación.
La Gira de Reconstrucción va llegando a su fin. Tengan a mano su libreta de toros donde han ido apuntando los festejos, pero pongan la marca donde tengan escrito la tarde de hoy, entre otras. En esa página estará el nombre de un torero al que tienen que tener en cuenta en el próximo año, ha dado la cara todas las tardes. Desde Logroño hasta La Torre de Esteban Hambrán, nunca se ha dejado nada. Su nombre es Noé, y se apellida Gómez Rodríguez, más conocido como Gómez del Pilar. Mañana, último festejo de la gira con los toros de Victorino Martín para Octavio Chacón y Rubén Pinar.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Logroño (La Rioja). Toros de Miura.
Pepe Moral: Silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
Gómez del Pilar: Oreja y ovación tras aviso.
Imagen: Plaza de Toros de Logroño (@TorosenLogroño en Twitter)