¡Sí se quiere, se puede!
Y así lo demostró la asociación Euskal Zezenzale Elkartea, que organizó una magnífica velada matinal y vespertina sobre el coso de Azpeitia (Gipuzkoa). Diez ganaderías vascas con dos vacas cada una, una para anillas por la mañana, otra para el desafío por la tarde. Con un día muy desapacible, por la tarde se celebró un concurso de ganaderías con obstáculos. Destacar la perfecta organización por parte de todos, lo que hizo que se viera en el ruedo lo mismo que en la grada.
Y es que en el País Vasco tiene afición, tanto de plaza por su seriedad como en la calle. Y tiene diez ganaderías, alguna de ellas cotizadas también lejos de Euskadi, como son Marqués de Saka y Bergarako Zezenak, entre otras. De las diez vacas pudimos ver diferentes cosas. Destacó, por encima de todas, la vaca de nombre «Vela», de la ganadería Lopene. Brava, acudiendo a todo, subiendo a la pirámide, tijera y tablado. Y con chispa. Digna ganadora del certamen. Aunque el detalle se lo llevó Ezkurra, de Marqués de Saka, que se tiró al callejón en busca del rodador. En cuanto a la presentación de las vacas, Ratita, de Bergarako Zezenak, pudo ser de las vacas más fuertes que se exhibieron. Todo esto visto desde la opinión personal.
Al finalizar el concurso se dio suelta a un novillo de la ganadería Manzarbeitia para deleitar a los recortadores, que dejaron buenos recortes y detalles con una plaza totalmente encharcada y complicada para estar delante de los animales. Nos vamos, con ganas de más y de volver a repetir lo que aparece arriba: ¡Sí se quiere, se puede!
Enhorabuena a la organización y animar a los ganaderos de bravo que tan mal lo están pasando, tanto en País Vasco como en el resto del mundo.
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