Carlota Carrero
Hoy, día 25, empezarían las fiestas de San Sebastián de los Reyes, las fiestas en Honor al Santísimo Cristo de los Remedios, unas fiestas que para muchos es algo más que eso. Es una tradición.
Este año no iremos a la cabestrada, ni al chupinazo a mojarnos de vino, ni escucharemos el petardo de inicio de fiestas. No iremos a los balcones pidiendo agua, ni veremos el pasacalle de Peñas. Tampoco veremos los fuegos artificiales, y tampoco tendremos ese olor a pólvora, no oiremos el petardo de los encierros cada mañana a las 11, ni veremos esas carreras, esos toros, o esa gente que se juega la vida en cada carrera o después del encierro, en la plaza. Tampoco veremos el encierro infantil, y esas caras de emoción de los niños cuando lo corren, tampoco veremos el ayuntamiento lleno, ni los cabezudos por la calle del pueblo, la charanga o gente vestida con ropa de su Peña/ asociación. No veremos las casetas ni los puestos, ni al Cristo salir. No escucharemos música de las Peñas, del Foro, de la feria, de los conciertos, y tampoco tendremos “El pobre de mí” el último día en el ayuntamiento. Este año será muy diferente, esta semana no será tan nuestra, pero esperaremos al año que viene con más ilusión que nunca.
Imagen vía Agencia EFE